El vuelo del Águila

La Danza del Águila era la danza principal de los mayas, aunque en un período más tardío fue sustituido por la Danza del Maíz, en la que se juntaron las tres ideas simbólicas de la danza: la Serpiente, el Jaguar y el Águila. Sin embargo, el plumaje usado en la Danza del Águila se quedó en uso como un elemento externo del simbolismo. ¿Qué fue la Danza del Águila para los mayas?

Según los mayas, los pájaros son criaturas inmortales que no dependen de la comida. El alimento para ellos es un mantenimiento de las vibraciones con la Tierra. Los mayas creían que estas criaturas se reproducían a través del viento. Y el símbolo supremo del desarrollo fue el Águila, representando la conexión profunda de la Tierra con el Cielo.

El Águila es un símbolo del sonido del Cielo, que para los mayas es la vida real. El último quien usó el conocimiento de aquella gran civilización indígena fue el monarca azteca Nezahualcoyotl.

Y yo Nezahualcoyotl, digo:
“¡No vivimos de esta manera en la Tierra!
No seremos enteros, sin conocer las leyes del Quetzal.
No nos ayudará ni el oro, ni el jade,
Ni siquiera las plumas del Quetzal.
¡Nosotros debemos volar y sólo entonces seremos enteros!”.


La Danza del Águila

El Vuelo del Olmeca

 

“La Danza del Águila” es una danza sobrenatural, que se cruza con la danza “El Vuelo del Olmeca”. Es una danza-símbolo orientada a la reversión del cuerpo energético. Su tarea es la expresión de las proporciones de alta frecuencia, relacionadas con el ritmo, donde el movimiento sólo disimula el sonido interno que apoya al eje global (mundi). Los mayas tienen un concepto de “sendero sacerdotal” o “sendero del viaje, del vuelo”.

El Vuelo del Águila es el cambio del torrente temporal con espacial. Esta es la serie de números, dicho de otra manera, el paso cíclico por las seis condiciones del tiempo, que se limitan por los puntos cardinales, el nadir y el zenit.


El sendero del Vuelo

El Camino del Chamán

 

Ponernos en la zona de la influencia de la danza, significa volver a conectarnos con las vivencias supremas de la transformación, que están representadas en el concepto maya, aporami o la simetría. Esta fórmula expresa un movimiento figurativo que cambia las leyes bajo las que vivimos. La Danza del Águila nos libera de movimientos lineales e incluso del fuego (el que, por ejemplo, se puede notar en la Danza del Jaguar) y completa la base ternaria de la transformación que consiste en la idea y el símbolo de Quetzalcóatl o de la Serpiente, el Jaguar y el Águila.

Por lo tanto, al trasladarnos del estatus de un objeto terrenal al divino, la danza implementa la ley más importante de las tonalidades superiores, propias para las leyes de la civilización maya, señalando y lo más importante, demostrando la idea de la Nueva Era.


La Nueva Era

Tláloc

 

La Danza plantea la tarea de la realización práctica de la conexión sagrada entre los bailarines y también la tarea de la traslación fáctica en una realidad fractal. Si no se entiende y no se expresa tal conexión, entonces estamos condenados, en el mejor de los casos, a copiar los objetos externos sin llegar a la expresión de la esencia de su causa y de hecho, debemos lograr los cambios químico-físicos necesarios y, por supuesto, los indicadores biológicos del cuerpo. Lo que los mayas consideraron como un Dios, es de hecho, cierta idea de trabajo y la idea del trabajo es la danza, ya que la danza es una fórmula que abarca en sí la esencia de la reorganización, los cambios y la transformación. Por supuesto, hoy en día es difícil establecer los límites de lo posible, pero una cosa está clara: los conocimientos relacionados con el Águila son la cima de todas las acciones de los representantes de esta civilización y no importa desde qué punto los vemos, social o práctico.

La capacidad de identificarse no sólo con el Águila o el Jaguar, sino también, por ejemplo, con el Maíz, es indicador del afecto muy fuerte de visualización, que experimentaban los mayas, de hecho, pasando sus vidas en un fantasma, o sea un doble. Abrir, partir la tierra, lo que significa salir de su influencia es un principio de su existencia muy interesante. No es casualidad que el proceso mismo de partir, es un proceso de molienda, que según los mayas es el principio supremo de existencia.

La imagen de Tláloc, así llamaron al proceso, después se convirtió en un Dios azteca. Este es un concepto de suma importancia que abre la puerta a los mundos superiores, partiendo los campos superiores del espacio temporal (los mayas tuvieron trece). Por lo tanto, la Danza del Águila enseña a la transición de permanencia triangular a cuadrangular.

En la Danza del Águila ya no trabajamos en el proceso de construcción e incluso creación, es decir, por lo que pasamos en la Danza del Jaguar y la Serpiente. Estamos partiendo el huevo del tiempo, entrando en características de frecuencia, que neutralizan en absoluto los procesos, tan firmemente arraigados durante los siglos, no sólo en las acciones de la gente, sino también en su consciencia.

En realidad, nuestra mente puede vivir en seis condiciones diferentes, de acuerdo con las leyes de los mayas: en los ejes (b'akab), en la cueva, en el centro de la cueva, en el canal superior de la energía (hux winikhab 'kalomte'), en la fuerza de Tláloc que abre el espacio y en las seis pirámides celestiales.

Seis posiciones de la consciencia


Eje

Entrada de la cueva

Centro de la cueva

Canal superior de energía

Fuerza de la rotura

Seis Palacios celestiales

 

Las seis posiciones de la consciencia son canales para un renacimiento sobrenatural que es capaz de extraer toda la energía vital del hombre y trasladarla a otros estados de existencia. Un rasgo distintivo y conocimiento muy importante para la Danza del Águila, es la posición de las manos que, según las creencias de los mayas, representan a la consciencia. Pero aquí hay que entender que los mayas hacían diferencia entre la consciencia y la persona. Es decir, los dotados de consciencia, como desde nuestro punto de vista, no se consideraban seres humanos, ya que habían abierto el canal de poderes superiores.




Mudras Mayas

 

En la Danza del Águila son importantes los aspectos físicos de la personificación y no el movimiento mismo, es decir, la consciencia debe pasar a la etapa de la transmutación. Para hacer esto, es importante la comprensión del ritmo y el sonido, lo que contribuye a la formación de la tensión necesaria. Esta tensión tiene su nombre: YajawteTe K'inich'. Nombre que, de hecho, releva el proceso que debe expresarse en la danza, lo que también por sí mismo tiene una base material, luego unida con la identidad divina.






Danza del Águila

 

 

05 mayo 2013

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