Alquimia de Tui Shou

Tai Chi nace de la nada y da origen al Ying y al Yang. En quietud el Ying y el Yang se unifican; en movimiento se dividen.

Wang Zongyue
“El Tratado de Tai Chi Chuan”

 

La base interna de los Artes marciales

Cada vez más personas se dan cuenta de que los artes marciales no son una búsqueda de pelea por todas partes, sino que, ante todo son una disciplina, estrategia y táctica, trabajo interno. Tui Shou (еmpuje de manos, en chino), conocido al principio como Jie Shou o Da Shou, es una práctica que más se desarrolla gracias al arte chino Tai Chi Chuan. En su esencia, Tui Shou es mucho más profundo y amplio que un simple conjunto de ejercicios o técnica de aplicación de Tai Chi Chuan, como muchos lo perciben.

Este arte unifica las técnicas externas de los artes marciales con las leyes internas de la Alquimia Taoísta. Una persona que practica Tui Shou, trabaja ante todo, con el estado de su propia energía vital Qi y un significado peculiar en este trabajo tiene la base interna, alquímica de la práctica. El sistema Tui Shou atribuye a la transformación de la energía Qi, nos enseña la interacción eficaz con las energías externas y el control sobre nuestro propio estado emocional, atribuye al desarrollo del sistema muscular, tendinoso y óseo del cuerpo y también enseña a la persona la biomecánica y los principio de la construcción del movimiento. Todos estos hábitos, a su vez, se muestran hasta cierto grado no solo en las prácticas Tui Shou y Tai Chi Chuan, sino que también en muchos artes marciales más de China y en las tradiciones de los pueblos de Este (karate de Okinawa, aikido japonés, sonmudo coreano, etc.).

Tai Chi Chuan (Puño del Gran Término, en chino) es un arte interno del aumento de la fuerza, que se ha formado en un sistema independiente de conocimientos durante la época de neo-confucianismo en el siglo XII-XIII. Hasta aquel momento, tomaba parte de los conocimientos alquímicos taoístas. Suelen considerar que el creador de Tai Chi Chuan es Zhang Sanfeng, (1247–1464 (?)), aunque es más correcto atribuir la creación de este arte a todo el sistema de conocimientos taoístas. Junto con Bagua Zhang (Palma de los Ocho Trigramas) y Xing Yi Quan (Puño de la Mente Intencionada, en chino), forman un arte marcial interno, dirigido ante todo al auto-desarrollo de la persona. Esto es su rasgo que lo distingue de los artes marciales que trabajan con las condiciones externas y no dan la posibilidad de una realización interna. En Tai Chi Chuan, el arte se convierte en el mismo principio de la gestión de la pelea y no la preparación técnica.

La energía Qi (sustancia, en chino) es la fuerza clave, que determina el recurso físico de una persona, su habilidad fisiológica y además su capacidad de una transformación interna.

El Ritmo es la base de Tui Shou

Podemos decir que el arte marcial, por sí mismo, es un ritmo. Y precisamente la comprensión del ritmo desarrolla, ante todo, el arte de “las manos que empujan”. Sin una concepción del ritmo es imposible adquirir la respiración correcta, lograr la concentración, construir el cuerpo, “desarrollar el poder”. Justo el sentimiento del ritmo del movimiento lleva la gran importancia en el logro del arte de Tui Shou. El samurái japonés Miyamoto Musasi (1584 – 1645) ha escrito en su tratado Gorin-no syo: “El ritmo, es la base del guerrero, que determina sus éxitos y fracasos. Él nos enseña a desarrollarnos correctamente, ejercernos con fidelidad, determinar las partes fuertes y débiles del guerrero. El ritmo nos ayuda a encontrar el camino más cercano hacia nosotros mismos y observar las distancias con todo lo que nos rodea. El ritmo determina la táctica y la estrategia del guerrero, sin el ritmo el guerrero no puede desarrollar fuerza y en un momento de peligro, no le alcanzará la seguridad”.

El trabajo de los tres centros Dan-Tien y el logro del equilibrio

Una persona que practica cualitativamente Tui Shou, es capaz de lograr tan nivel de sensibilidad y concepción de su mundo interno, que todo lo que está más allá de sus parámetros simplemente se convertirá en una continuación de su realidad interna. Esto pasa gracias a las acciones en adecuación con la situación externa sin la pérdida del equilibrio interno y también, debido a la capacidad de reaccionar consciente y flexiblemente a cada situación concreta. Precisamente por esta razón, la práctica de Tui Shou es una herramienta importante en el camino del desarrollo interno. Y en este sentido, justo al Tui Shou como una práctica dirigida al logro de la concepción, podemos llamar “la cultura interna” de todos los artes marciales.

El logro del equilibrio entre las energías en el cuerpo, está relacionado con la transformación de la energía en los tres centros energéticos, que solemos llamar “Dan-Tien”. Si uno recién empieza a practicar artes marciales internos, entonces debe concentrar en mayor grado su atención sobre la parte baja del abdomen, donde está situado el “Océano de Qi”, el Dan-Tien inferior. Con el paso del tiempo, los practicantes adquieren una capacidad de controlar, acumular y direccionar su energía a través de estos tres centros Dan-Tien. Al principio, la construcción física del cuerpo es una condición para la estructuración de la energía, es decir la optimización del movimiento de la energía en el cuerpo y el llenado de ella a los centros Dan-Tien. Para el mantenimiento de la estructura física, todo el cuerpo debe ser lleno de energía. En realidad, “la base” o la unidad estructurada del cuerpo, puede ser creada solo después de haber llenado los vasos energéticos del cuerpo y el establecimiento de la circulación correcta entre ellos. Como resultado, el cuerpo llega a ser íntegro: es “vinculado” tanto físicamente, como también energéticamente.

El Dan-Tien (el Centro Único, el Campo de Cinabrio, en chino), es el centro energético del ser humano. El Dan-Tien Inferior, el “Océano de Qi” se considera como una fuente de energía. Hacia este centro llega la Qi primordial inherente a nosotros por la naturaleza. Si en Centro Inferior no funciona, entonces la persona está en completa dependencia de la fuerza natural de Qi y de las energías Qi externas. En este caso, la gente es incapaz de controlar sus procesos internos energéticos y no está en proceso de desarrollo interno. El Dan-Tien medio está situado en la zona del plexo solar. El Dan-Tien superior, donde se acumula la energía transformada por los centros Dan-Tien medio e inferior, que se sitúa en el centro de la cabeza, está relacionado con el concepto del espíritu (la energía Shen).

¿Cuándo y cómo empezar?

Es necesario, sobre todo, llegar a una comprensión de en qué momento y cómo empezar mejor la práctica de Tui Shou. Cada Profesor, por supuesto, tiene su propia opinión acerca de esta cuestión. Pero si observamos el sistema completo de técnicas taoístas alquímicas, entonces notaremos la profundidad de este sistema de conocimientos. Las leyes de la filosofía taoísta, basadas en el principio de la “Naturalidad”, nos muestran que no existe un momento determinado para empezar a practicar. Todo el mundo sabe que no se debe sembrar al principio del invierno, mejor esperar los días calorosos de la primavera. En otras palabras, a veces todos los esfuerzos no dan ningunos resultados, mientras que a veces todo lo que hacemos viene a su lugar. En este caso sentimos armonía y orden, de los que tomamos parte. Para tener una cosecha fructífera, debemos preparar el suelo antes de sembrarlo. La práctica de Tui Shou es un tipo de arte marcial interno sin competiciones y competencia. Al comprender esto, una persona podrá hacer el primer paso hacia la aseguración de que ha venido la hora de empezar.

El Arte de escuchar, trabajo con compañero

Si uno es principiante en el Tui Shou, entonces es mejor entrenar sin compañero durante cierto período de tiempo. De esta manera, va a generar más fácilmente un hábito de escuchar. El propósito de la escucha es la concepción consciente. La escucha es el fundamento de cualquier arte, sobre todo si hablamos de una práctica basada en el trabajo con nuestro cuerpo, energía y consciencia. Al trabajar individualmente, escuchándonos a nosotros mismos, aprendemos a concebirnos. Al trabajar con compañero, escuchando a nosotros mismos y al compañero, aprendemos a concebir tanto nuestro movimiento, como el movimiento común en pareja. Según el crecimiento de la maestría, la concepción consciente se aumentará tanto que obtendremos la capacidad de sentir e interactuar con la energía incluso a distancia.

Igual que las técnicas en movimiento han provenido de las meditativas y de las prácticas alquímicas del manejo y transformación de energía, así el trabajo en parejas se ha formado en el corazón de las prácticas en movimiento y el uso de compañero ha llegado a ser una herramienta valiosa para la transformación de nuestra propia energía. Precisamente por esta razón, en caso de tener una comprensión correcta, el Tui Shou se convierte para el practicante en un sistema unido alquímico de cultivo y aplicación de la energía.

Una gran parte de la práctica de Tui Shou, está relacionada con el trabajo en un contacto físico sensible con el compañero. En cualquier movimiento, es muy importante no perder el control sobre el movimiento de la pareja. Este principio da la posibilidad de desarrollar el hábito de escuchar, lo que aumenta la sensibilidad hacia cualquier tipo de movimiento pequeño del compañero y la capacidad de prever sus intenciones.

El trabajo en parejas se realiza conforme al principio Wu Ji (la nada o la conservación de la naturalidad). Empieza con el trabajo independiente en lo “vacío” y termina también en lo “vacío”, cuando el practicante obtiene la habilidad de regular cualquier situación sin una intervención física directa. Al principio, el que entrena debe mejorar sus capacidades físicas y energéticas a través de un trabajo independiente, luego aprender a construirse en los límites, indicados por la interacción con el compañero. Junto con el fortalecimiento del cuerpo y la energía, el practicante desarrolla paralelamente intuición y aprende a interactuar harmónicamente con todo lo que lo rodea.

No nos vence nuestro compañero, sino que nosotros nos vencemos a nosotros mismos. Precisamente la victoria sobre nosotros mismos está en la base de cualquier enseñanza seria. Es importante comprender que el propósito del arte marcial verdadero, es el logro de la armonía interna y no la sed de sangre.

El principio Wu Ji (vacío, infinidad, en chino) es fundamental para la filosofía taoísta, que significa “la nada primordial, el estado de equilibrio de todas las energías del mundo”. El mundo surge a causa de la alteración de este equilibrio natural. De este balance surgen todas las energías vitales y allí deben volver.

Historia del desarrollo del Tui Shou

Si tomamos como base el principio de que la capacidad de controlarnos a nosotros y después al compañero, define el verdadero arte del Maestro, entonces podemos afirmar que la práctica “empuje de manos”, o “manos que escuchan”, se ha desarrollado en cierta forma en todos los artes marciales y al mismo tiempo servía de su base. Los principios que están en el fundamento del Tui Shou, son actuales y se usan hoy en día en las prácticas más populares (como, por ejemplo, en el aikido, proveniente del estilo Daito-ryu aikijutsu y que lleva sus orígenes de una de las sectas budistas).

La historia relacionada con la aparición de Tui Shou, posee profundas raíces que se extienden desde la época del Emperador Yu Di. Se considera que precisamente durante el período de su reinado, se han formado los principios que después se fundaron en la base de Tui Shou. Los historiadores saben que durante el reinado del emperador Yu Di, existía un tipo de lucha Shuai Jiao (“competir arrojando” o simplemente “lucha”, en chino). Esta lucha presupone llevar a su enemigo sin el uso de golpes, a una situación sin salida. El jefe militar y escritor Gan Bao, siglo III, también menciona la tradición, aportando al sistema de los artes de aplicación, un trabajo con las energías internas.

Yu Di (el Guerrerista, 147-80(?) a. C), es el emperador de la dinastía Han del Oeste, que ha establecido el final de la larga confrontación militar entre la aristocracia y los emperadores de China, uniendo el estado bajo el signo de un fuerte poder imperial. El período de su aparición ha sido acompañado por el auge de los artes y las ciencias chinas. El Confucianismo durante el reinado de Yu Di se ha convertido en la ideología nacional oficial. Según la leyenda, el emperador ordenó erigir en el centro de su capital “Un Pilar de Oro con Vaso” en el que se recogía el Rocío Celeste, la esencia del Río Celeste. Yu Di tomó el líquido de este vaso lo que le dio fuerza, salud y longevidad. En la tradición taoísta se considera que él dominaba el elixir de la inmortalidad. Esto lo pone junto a los Grandes Maestros taoístas. (Según los materiales de la obra de: N. I. Konrad. Oeste y Este. Artículo, 1972)

Durante la época de la Edad Media, en China se cambiaron las prioridades del desarrollo de los artes marciales. Los han puesto en servicio del estado, lo que creó premisas para la clasificación de los artes marciales como internas (Neijia, familia interna, en chino) y externos (Waijia, familia externa, en chino). Como resultado de esta división, se ha cambiado todo el modo de la vida, puesto que además de los intereses del desarrollo interno de la gente, se empezó a considerar como principal, los intereses sociales y estatales.

Durante la época de la aparición de la dinastía Min (siglo XIV – XVII), esta división de los artes marciales, en internos y externos, se continuó. La principal razón por esta clasificación, fue el dominio común de lo “interno” sobre lo “externo” en la cultura china. Tal distinción se nota también en la pintura, caligrafía y literatura china. La segunda razón de esta división consiste en el hecho de que en el siglo XVII, muchas de las categorías filosóficas (Yin – Yang, Movimiento – Quietud, los Cinco Elementos, etc.) adquirieron una coordinación en las acciones técnicas. Hasta aquel momento, ni un solo gran tratado de los artes marciales no ejerció influencia en los principios internos del movimiento de la energía. La tradición de la organización de festivales folclóricas en el siglo XIV – XY en los que se reunían representantes de todo tipo de tendencias, también contribuyó a la formación de escuelas y estilos de los artes mariales.

Dentro de los muros del monasterio de Shaolin alrededor de siglo XIII – XIV, se formó un estilo Shaolin Quan, que jugó un importante papel en el desarrollo de los artes marciales. Hoy en día, han surgido un gran número de especulaciones acerca de este estilo y su forma contemporánea se distingue mucho de su variante original.

El monasterio de Shaolin fue construido en el año 495. En el año 527, dentro se domicilió el monje Bodhidharma. Se considera que él es el fundador de la forma Chan de Shaolin, en cuya base está la filosofía budista y las prácticas alquímicas de la transformación interna. Las técnicas desarrolladas por Bodhidharma incluían en sí un particular trabajo con la respiración, desarrollando el cuerpo y la consciencia. Posteriormente, el monje iba mejorando constantemente estas técnicas incluyendo en ellas los conocimientos tradicionales de China.

Durante los siglos XVI – XIX, un período de detención fuerte de los estilos internos, bajo la influencia del budismo y el taoísmo, pasó una concepción de la importancia del desarrollo interno, surgió una necesidad en la filosofía militar correspondiente. Los estilos internos se han formado sobre la base de ya existentes realmente ejemplos externos. El Maestro y los monjes taoístas crearon una nueva filosofía, basada en la fusión de las técnicas externas dominantes y el desarrollo interno. Como resultado, surgieron también tendencias como Tai Chi Chuan, Bagua Zhang y Xing Yi Quan. La historia suele llamar este período “de Wudang”. Precisamente entonces surgieron los estilos que han llegado, hasta cierto grado, hasta hoy en día. El notable representante de la escuela de Wudang se considera Zhang Sanfeng.

Zhang Sanfeng es un maestro semi-legendario. La información acerca del tiempo de su vida en las diferentes tradiciones es diferente. Se cree que era un alquímico taoísta que elaboraba la píldora para la inmortalidad. Se ha confirmado que Zhang Sanfeng nació en el año 1247 durante la época de la Dinastía Song. Según unas de las fuentes, murió en el año 1464, viviendo más de 200 años. Otros indican distintas fechas de su muerte (por ejemplo, el científico Wang Yanlin menciona un encuentro con él en el año 1723, cuando Zhang Sanfeng ¡ya podría tener 476 años!). Durante su juventud, trabajaba como funcionario y hacía de jefe de la provincia. Al visitar monasterios, Zhang Sanfeng se entusiasmó por el taoísmo y se trasladó a vivir en la montaña junto con sus alumnos. Los gobernantes de los siglos XIV-XV intentaban encontrarse con matusalenes y sabios, pero pocos eran los que tenían esta oportunidad. Una vez que obtuvo por el gobernante del reino Wei una confirmación de encuentro, Zhang Sanfeng se puso en marcha, pero la caminata resultó intransitable debido a banditos locales. Según la leyenda, en la misma noche, en su sueño obtuvo una revelación del Señor Primordial, una deidad taoísta, quien le dio los conocimientos acerca del Tai Chi Chuan.

Como ya hemos mencionado, una gran parte de los artes marciales contemporáneos prácticamente han surgido de las raíces de aquellos que hoy en día llamamos Tui Shou, Tai Chi Chuan, Bagua Zhang, Xin Yi Chuan, Wing Chuna, kung fu de Shaolin, aikido, etc. En su forma actual, la práctica Tui Shou se basa en la tradición de la familia Chen y su creación se atribuía al Maestro famoso Chen Wanting.

Chen Wanting, su segundo nombre era Chen Zouting (1600-1680), era un oficial y notable Maestro de artes marciales durante la época de la Dinastía Ming en China. Le atribuyen la creación del estilo Chen Fist, como también las prácticas con el uso de una espada ancha (espada taoísta) y técnicas de trabajo con lanza. En las provincias Henán y Shandong, Chen Wanting era conocido como un luchador contra los banditos y los ladrones, que molestaban a las caravanas comerciables. Las leyendas dicen que durante el día perfeccionaba su maestría marcial, mientras que durante la noche se sumergía en el estudio de la literatura china.

Para la comprensión de todos los detalles del Tai Chi Chuan, es muy importante la concepción del estilo de la familia Chen, el más antiguo de los estilos de Tai Chi Chuan existentes. De él han surgido todos los estilos contemporáneos, en particular el estilo Yan, creado por Yang Luchan, (1779-1872), alumno de Chen Chanxing, (1771-1853), descendiente de Chen Wanting de la quinta generación. Yang Luchan enseñaba los conocimientos acerca de la fuerza interna y sus aplicaciones, a los cortesanos del último monarca chino: la Emperatriz Ci Xi (1835-1908).

 

 

29 abril 2009

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