Taisha Abelar

La trampa mágica de Carlos Castaneda

Hay nombres-contraseñas, que al pronunciarlos uno puede llegar en una “ninguna parte” muy especial.

Allá pueden desaparecer no sólo los límites de la percepción ordinaria, sino también aquellos que deberian percibir...

El antropólogo, escritor y mago, famoso en todo el mundo bajo el nombre de Carlos Castaneda, introdujo en el estudio de la cultura latinoamericana una estructura única, multi-dimensional, clara y compleja a la vez, del conocimiento perdido de los antiguos indios, al mismo tiempo creando apasionados, sumamente impresionantes esfuerzos del hombre moderno por conocer su esencia oculta.

Por lo tanto, desde los años 60 del siglo XX, en la modalidad de nuestra cultura aparecieron conceptos cambiados de sus lugares habituales y definiciones nuevas. Por un lado, “Punto de Encaje”, “Vuelo Abstracto”, “Explorador Azul”, “Acecho”, “Recapitulación”, “Recuerdo”, “Intención”, igual que el término “Desplazamiento”, llevaban la energía de un modo de percepción modificada. Por otro lado, a través de ellos se les dio una definición específica a ciertos conocimientos abstractos que previamente estaban ocultos e incluso aparentemente inexistentes. Castaneda ofreció al mundo un lenguaje que no sólo describió la experiencia existencial de su vida sino también creo un espacio mágico vivo. Este podría ser percibido como un agujero negro o un portal pintoresco psicodélico, que con sus fuerzas inmanifiestas atrae a millones de personas en el círculo de los conocimientos de los indios del México antiguo. La principal contribución para su creación pertenece a la FORMA en la que Castaneda tan poéticamente y audazmente ha vestido la enseñanza del mago mexicano Don Juan Matus. Para cientos y hasta miles de personas sorprendidas, entusiasmadas, indignadas, buscadores o simplemente entusiastas ella sigue siendo una fuente de revelaciones y experiencias profundas.

Aunque por cierto, muchos se ocuparon de la pregunta, ¿quién está realmente detrás de la creación de las Formas Mágicas del conocimiento descritas por Castaneda?, decirlo con certeza es imposible. Después de todo, era poco probable que en los planes de Don Juan estuviera exponer su estructura. Don Carlos, elaboradamente envuelto en el misterio y la controversia de su propia biografía, actuó a solas en el campo abierto, pero detrás de las escenas todavía había tres miembros de su partido, aprendices de Don Juan igual como él. El mundo llegó a saber de ellos mucho más tarde. Mientras tanto, perfeccionando su espíritu y su fuerza, ellos se preparaban, tal vez sin darse cuenta, para desempeñar el papel principal en la determinación del crecimiento y desarrollo de las Formas del Conocimiento Mágico antiguo.

Las Mujeres de Carlos Castaneda

En su partido ellas eran tres: la Mujer-Nagual Carol Tiggs, la soñadora Florinda Donner Grau y la acechadora Taisha Abelar. En una de sus entrevistas conjuntas sobre el tema de las diferencias de las tareas y funciones de cada uno de los aprendices, ellos señalaron que Don Juan les enseñó a percibir el conocimiento a través de su propia naturaleza. Las mujeres tienen órganos que los hombres no tienen: los ovarios y el útero, unos órganos de gran importancia. Ellos les permiten percibir la frecuencia de las acciones. El manejo de la frecuencia de la acción es la capacidad, a través de la que las mujeres pueden mover el Punto de Encaje, controlar la Segunda Atención, estar en un estado de presencia consciente...

Es evidente que para las propias estudiantes estos no fueron simplemente términos y definiciones. Desviarse de su comprensión será desviarse de la esencia del conocimiento, que contienen. Y precisamente la pregunta ¿qué papel tenían las mujeres magas en las enseñanzas de Don Juan?, aun no dándonos acceso a la esencia de esto, nos permitirá ver todo el sistema desde un nuevo ángulo.

Aquí no podemos prescindir de parte de la principal Asechadora de Castaneda, Taisha Abelar. Y aquí está el porqué. Taisha ha definido su propio don de Asechadora como “el Arte de fijar el Punto de Encaje en una nueva posición, en la que ha sido desplazado.” “Las enseñanzas de Don Juan” son una doctrina que lleva a la posibilidad de gestionar el poder personal. “Sin la capacidad de fijar, la nueva percepción del mundo es demasiado fugaz, algo así como los efectos de las drogas alucinógenas: un exceso de imágenes sin sentido”, dijo Taisha. En esta condición no hay posibilidad de fijar, no hay control sobre el poder personal. Si no hay control sobre el poder personal, entonces no hay forma. Así que, podemos decir que para la Asechadora Taisha, el Punto de Encaje era la misma Forma en la que su Profesor puso el conocimiento. Parte de la instrucción directa sobre la magia consistía en no permitir la incorrecta creación de la forma y su incorrecto desarrollo. Para Taisha, como para cualquier mujer, el Arte del Llenado se correlacionaba con el concepto del Arte de Ser. En este caso, su don de Asechadora femenina tuvo como objetivo llenar la Forma del conocimiento que, incluso en el caso de la partida de Castaneda, seguiría existiendo.

“La Forma en sí es una condición para la existencia energética. Ella es una fuerza organizada. En primer lugar, porque la forma tiene un esfuerzo personal. En segundo lugar, porque la forma no puede existir sin ritmo. Y en tercer lugar, si tiene un ritmo, esto significa que va a lograr un mayor desarrollo o se va a transformar en una calidad diferente.” (Ben Chelero)

Y debo decir, que Taisha Abelar ha recorrido un largo, lleno de acontecimientos fantásticos y pruebas más que reales, camino en el estudio de las “condiciones para crear la Forma”.

“... Si realmente tenemos algo, esto es nuestra convicción de que somos seres cuyo destino es la muerte. Nuestra formación es la cosa más fácil del mundo: las veinticuatro horas por día nos preparamos para ese encuentro cara a cara con el infinito“. Taisha Abelar

Vuelo en lo Abstracto

Fiablemente, de la biografía de Taisha Abelar, es casi imposible decir algo concreto. La forma particular de movilidad (movimiento libre en tiempo y espacio), propia para la naturaleza de sus actividades, no permite, por definición, presentar su vida como una sucesión de acontecimientos linealmente distribuidos. Por cierto, los pocos y tan elocuentes hechos que se conocen, después de todo, provienen de una sola fuente: sus libros. Aunque los investigadores apegados no perdieron de vista el hecho de que en el prólogo de Castaneda para el libro “La Transición Mágica” de Taisha, quedó claro: el libro fue escrito por encargo de Don Juan, en un estado “más sutil de percepción, que los brujos llaman Ensoñar.” Se inicia con las palabras: “He dedicado mi vida a la práctica perseverante de una disciplina que, a falta de un nombre mejor, llamamos Magia.”

Así, a finales de los años 60, cuando el mundo todavía no estaba tentado por las imaginaciones acerca de los magos del México antiguo y aún menos sobre los videntes modernos (ya que en 1968 salió de impresión a penas el primer libro de Castaneda, “Las Enseñanzas de Don Juan: una forma Yaqui de conocimiento”). Taisha tenía unos veinte años, ya había tenido que abandonar el hogar familiar, dejando a “sus hermanos y madre que no la querían”; reemplazado varios trabajos, entre ellos como secretaria, vendedora en una librería y acomodadora en una sala de cine; había visitado a Japón, participando en un torneo de karate y se había ocupado con el dibujo, en la esperanza de encontrarse en algo verdaderamente valioso...

En aquel madrugada, ella eligió “un lugar aislado, lejos de la carretera y la gente” en el sur del Gran Desierto de Arizona para hacer un bosquejo de las sombras en las laderas de las montañas. Cerca no se suponía ver ni un ser viviente, pero cuando las depresiones y crestas de una lejana cordillera eran casi completadas, sobre el cuadro de su pintura con curiosidad se inclinó una mujer bastante inusual. Luego Taisha la describió así: “Por sus pómulos altos y el pelo negro que caía sobre sus hombros, se podría confundir con una euroasiática. Por su cuerpo fuerte, bien construido, fue imposible juzgar su edad. Podría ser cualquier cosa, de treinta a cincuenta. En sus ojos verdes brillantes se sentía la fuerza”.

El encuentro con Clara Grau, una de las ocupantes de la casa de los magos en el estado mexicano de Sonora, se convirtió en el evento que cambió drásticamente la vida de Taisha. Las experiencias del siguiente medio año de aprendizaje bajo la dirección de Clara, el perro Manfred, el Nagual Abelar y la gran mujer Maga Nelida, encantadoramente descritas en el libro, son sus primeros pasos en la práctica mágica de los Asechadores. La reclusión por un plazo, que se calcula en meses, en una cueva para la práctica del Recuerdo, la construcción del Cuerpo Energético a través de los Pases Mágicos, la técnica de Recapitulación y las maniobras para la liberación del sentido de auto-importancia, todo eso practicado de manera diaria y metódica, se convirtió en el apoyo interno, gracias al que podría hacerse realidad la anhelada “Transición Mágica“. Taisha fue entrenada para “el Vuelo Abstracto”, que como aprueban los magos, nos lleva desde el mundo material y físico, establecido por los estereotipos de la percepción, al ámbito de las entidades trascendentales impersonales.

Terminaba una etapa del aprendizaje y comenzaba la siguiente. El proceso parece no cesó nunca, sumergiéndola en nuevos y nuevos niveles de conocimiento práctico. Pero esto es difícil de juzgar, sobre la base de hechos concretos, ya que, sobre lo que pasó después de los acontecimientos descritos en el libro, Taisha nunca comentó públicamente. Básicamente, por la misma razón, que Castaneda menciona en repetidas ocasiones: borrar la historia personal. Pero tal vez este largo período de silencio se debe principalmente al concepto del ritmo, según el que Don Juan ordenaba sus propias acciones y dirigía las acciones de sus discípulos. La fase “interna” sustituía orgánicamente la fase “externa” y en esta alternancia se ocultaba un poder especial.

Así, los más de 15 años de duro trabajo interior, en riguroso anonimato y aislamiento incluso entre los miembros actuales del grupo mágico, llevaron a la transformación de la finalidad limitada de la transición individual en algo de alcance más grande”. Por supuesto, para la gente del entorno tal definición más confunde que explica. Y la salida deliberada delo particular de inmediato provocó un aluvión de preguntas e intentos de llegar a la verdadera causa de por qué el conocimiento de repente se volvió abierto y accesible para todos. Las disputas sobre esto no han cesado hasta hoy. Pero, de todos modos, el proceso de creación de Formas transitó a una nueva etapa, activa en el exterior. Al mundo fue ofrecido el contacto directo y personal con los previamente inalcanzables, semi-míticos Castaneda, Taisha, Florinda y Carol. Llego el tiempo de los seminarios, conferencias, entrevistas y reuniones públicos y la reclusión de nuevos discipulos.

Luego, a mediados de 1993 llegó la noticia de que Florinda, Taisha y Carol Tiggs comenzaban a enseñar a todos los interesados los movimientos especiales de los magos antiguos en tres talleres distintos. Fueron elegidos los siguientes lugares: el Instituto de Roma en Arizona, el rancho Aqah en Maui y el Instituto Esalen en Big Sur, California. Una nueva palabra estaba en la boca de todos: la Tensegridad.

Los movimientos de Tensegridad se impartían por la demostración y la participación del público. “Los estudiantes” del taller trabajaban a través de sus notas escritas de prisa y hacían bocetos rápidos con la esperanza de un pronto lanzamiento de los videos. Un año más tarde llegó la primera película de entrenamiento de la serie “Los Pases Mágicos de los magos antiguos.” En ella fueron presentadas las tres estudiantes de Taisha, Florinda y Carol, las chacmoolas Kylie Lundahl, Reni Murez y Nai Murez.

Así es como Castaneda comentó su apariencia: “Don Juan nos explicó que con las gigantes figuras reclinadas llamadas chacmoolas encontradas en las pirámides de México, fueron representadas las Guardianas. La inherente para estas tres mujeres estructura energética, les da la oportunidad de ser Guardianas ideales para todo lo que ellas deciden proteger, ya sea una persona, una idea, una forma de vida o cualquier otra cosa.”

Finalmente Castaneda no sin una sonrisa agregó: “A través de la práctica de Tensegridad ellas fueron capaces de transformar la idea de la rutina obligatoria de la disciplina en el arte del guerrero disciplinado y libre de coacción”.


De la entrevista con Nai Murez, INBI, noviembre de 2004:

“Conocí a Florinda Donner-Grau en Los Angeles. Ella dio una conferencia sobre las mujeres y su papel en las posibilidades evolutivas y me invitó a que hiciera algunos movimientos especiales. Y yo le dije a ella, sin la más mínima pausa que ¡esto es lo que estoy buscando! Allí me encontré con los cuatro discípulos de Don Juan y sus propios discípulos y comenzamos a practicar los Pases Mágicos. A través de la técnica de la Recapitulación (la revisión de nuestras vidas con una respiración mágica) Taisha Abelar me ayudó a desatarme de mis apegos, de mi comprensión de lo que soy. Y si bien en este entonces yo era una nerviosa, arrogante y agotada aspirante, que intentaba escribir poesía, pero no muy bien... Ella me ayudó a dejar de lado el miedo, porque antes yo estaba aferrada a mi pequeña idea de mí misma, en mi pequeña intangible habitación, esperando a que me reconozcan. Ella me mostró la posibilidad de dejar de lado estas ideas, para comenzar a cuidar de mí misma de manera más sobria y no seguir tratando de ser algo especial. Ella me ayudó comenzar a Ser.

El Arte del Acecho, que Taisha aprendió a dominar de manera tan persistente y valientemente, la enfrento principalmente con ella misma. Privada del apoyo externo por las condiciones de vida en la casa mágica, ella se vio obligada a formar un soporte interior. Y en la parte del entrenamiento en este Arte, Don Juan fue más que perfecto. Para que los cambios internos comenzaran a tener lugar, colocó Taisha, al igual que otros miembros del grupo, en un modo de existencia en la Primera, Segunda y Tercera Atención. Y con el fin de revelar el concepto de la Primera, Segunda y Tercera Atención, tenían que operar con la profundidad de la percepción, determinada por la ideología de la Impecabilidad. Círculo. Y en cierto sentido, en la actuación de Don Juan es difícil buscar el concepto de la tradición y la transferencia de conocimientos. Más bien, él actuó en relación con las leyes del ritmo. Cabe incluso la posibilidad de que la tarea de Don Juan, en primer lugar no era tanto crear unos impecables y desarrollados Castaneda, Taisha y otros, sino a empujar a todo el mundo. Hasta cierto punto lo logró, ya que Castaneda reventó al mundo de la comprensión de las tradiciones indias. Él quito la base para la actitud contemplativa hacia las prácticas indígenas. Llamó la atención sobre la cultura nativa americana como una cultura, no pasiva, sino activa, que consiste en un sistema de conocimientos, prácticas y condiciones.

Si uno lee lentamente y con concentración los textos de Castaneda, se percibe una sensación de que en la mayoría de los casos no tomó las acciones que Don Juan hacía con él, como un conjunto de prácticas para acumular poder. Por ejemplo, las largas caminatas en busca de plantas y los procedimientos propios de preparación de las pociones mágicas, él estuvo más interesado en el resultado. Pero la misma participación en el proceso es lo que puso el ritmo para poder realmente prepararse, a su mente y a su cuerpo, para el evento principal en la vida del mago: la salida a través del “Fuego Interior”. Don Juan estuvo dictando el ritmo de los cambios para Castaneda, pero debido a sus características y la configuración energética, como Castaneda mismo lo dijo más tarde, percibía las acciones del mago de manera discreta, sin vincularlos en su mente en una cierta secuencia. Y, sobre todo, son las mujeres de su partido quien le ayudó para llegar a la realización de la fuerza especial, intrínseca del ritmo: el ritmo de la práctica y el ritmo de la acción.

Con respecto a las siguientes medidas que las mismas mujeres magas tomaron para “la difusión de la Enseñanza”, estas pueden ser vistas no tanto como llevar el conocimiento del círculo interior hacia el exterior, sino como un metrónomo que marca el ritmo de interacción del Poder, con los que él ha elegido.

De hecho, no hay necesidad de dar una definición del papel que desempeñaba y sigue en cierta medida realizar la Asechadora Taisha Abelar, porque el fenómeno cultural, titulado “Las Enseñanzas de Don Juan” no puede ser agotado por cualquiera de ellas. Por un lado, la doctrina ha destruido el sistema de percepción habitual de las personas. Pero por el otro ha hecho imposible el desarrollo de la “incorrecta” existencia energética del ser humano. Esto le lleva a un nivel ya “libre de lo personal”. Y último en todo este sistema, por extraño que parezca, llegó a ser Castaneda. Él, de hecho, fue el principal instrumento para la destrucción de la conciencia cotidiana. Don Juan utilizó incluso su falta de comprensión, mostrando a los otros la falta de comprensión de sí mismo en cada uno. Y ahora, cuando estamos viendo una nueva ronda de desarrollo de la Enseñanza, que ya forman los alumnos de los alumnos de Don Juan, podemos cambiar el punto de nuestra percepción y estudiar a Castaneda a través del objetivo de las acciones de Taisha Abelar.

En el Acecho de las personas del “no-saber” que rodeaba Castaneda y luego las personas que se convirtieron en seguidores de esta doctrina, ella ha desempeñado un papel importante. Su Intención ha creado una cosa más, la única de su clase condición para la búsqueda del hombre a sí mismo.

 

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